Vos también serás Pedro
Aquí estamos de vuelta implorando cobijo
conmovidos, dolidos y algo desorientados
porque la realidad se nos ha vuelto dura
vivimos temerosos añorando el pasado
Las aguas de la mar se nos han vuelto hostiles,
la pesca se hizo escasa, las redes se nos rompen
y a veces nos sentimos algo desamparados.
Incertidumbre propia del alma de los hombres.
Andamos todo el tiempo buscando las heridas
de Jesús para ver si es Él, pedimos pruebas,
matamos la esperanza, desconfiamos de todo
y tomamos lo falso por cosa verdadera.
Se nos dice que el hombre puede ser como Dios
y endiosamos la ciencia, el odio y la riqueza.
Ya no somos más libres, pensamos como el mundo
nos dice que pensemos. Nos ganó la tristeza.
Por eso más que nunca te pedimos Simón,
viejo amigo Simón, patriarca de la iglesia,
piedra angular de todo, soporte de este mundo,
ejemplo de la fe, la lucha y la simpleza.
Que vengas esta noche mientras todos dormimos
y nos cuentes en sueños como fue tu proeza
de caminar las aguas o aceptar en silencio
la muerte redentora con gozo y fortaleza.
O como regresaste de la traición, del miedo,
de la duda y del llanto a la actitud suprema
de convertirte en Pedro. Contanos simplemente
como un hombre pequeño alcanza la grandeza.
Hoy nos toca a nosotros ser firmes, ser valientes,
no perder la templanza, mantener las cabezas
erguidas y dispuestas a demostrarle al mundo
que se puede vivir de alguna otra manera.
Siguen siendo sagradas la vida, la familia,
el amor por el otro, por la patria y la iglesia.
Podemos caminar sobre el agua señores,
podemos navegar con vientos de tormenta.
Durmamos esta noche y sé que escucharemos,
más allá de las sombras engañosas del sueño,
una voz que nos dice “olvidate tu nombre
porque desde esta noche vos también serás Pedro”.
Toto
Bienvenido todo aquel que este dispuesto a poner el alma en juego, el que no se guarde nada para sí, que este dispuesto a andar con todos de la mano...
lunes, 29 de noviembre de 2010
domingo, 7 de noviembre de 2010
Algo sobre la humildad 2
Santi, Ricardo, Agus:
Sigo con el tema porque me gusta esto de andar pensando y compartiendo entre amateurs del amor, de la fe y del conocimiento.
Yo soy primeramente racional el amor me nace una vez que veo, que descubro o mejor una vez que me muestran, que me dejan ver.
Para mi todo requiere un esfuerzo voluntario, la cabeza ve, el corazón quiere, allí va Toto.
La práctica de la humildad es para mí una obligación, un ejercicio forzado para seguir un camino que sé que está bueno, después gozo con los resultados.
Esto suena duro pero tiene la ventaja de obligarme a hacer, a implementarlo en lo cotidiano, cada día con los que me rodean buscando lograr con mi actitud la felicidad y el bienestar del otro antes que el mío propio o mejor tratando de que la felicidad del otro sea la mía propia.
Yo solo puedo sentir que estoy amando a Jesús cuando siento que estoy amando a fulano o a mengana, esa persona que el Señor me puso cerca para que yo la ayudara en lo cotidiano, en lo más concreto.
Y cuando me cuesta hago el esfuerzo, el enorme esfuerzo de bajarme de las alturas del "yomismo" para ponerme a la altura de mi comunidad.
Y es eso un esfuerzo, algo que me tengo que imponer incluso hasta dolorosamente porque la tendencia natural siempre es a ocuparme primero de mi y después... también de mi.
Abajarse dice la milonga, para ser uno de aquellos por los cuales murió Cristo
Abájese nomás no tenga miedo
que es mejor abajarse que lo abajen.
Si abajo están las ráices y no temen
y de abajo nomás las cosa nacen
abajarse pa´ mi no es flojedera
es pensar en los otros y aparearse.
Abájese nomás no tenga miedo
que si cree que la altura es cosa buena
abajo ha de encontrar lo que ninguno
halló ni habrá de hallar cuando se vuela
Si el que clavó la cruz lo hizo pa´ bajo
por la única razón de asujetarla
también miro pa´ bajo el pobre Cristo
y fue pa´ los de abajo que dio el alma.
Esta maravilla no es mía, ojala lo fuera. Es de Don José Larralde.
Les mando un gran abrazo y el desafío de seguir pensando y compartiendo.
Toto
Sigo con el tema porque me gusta esto de andar pensando y compartiendo entre amateurs del amor, de la fe y del conocimiento.
Yo soy primeramente racional el amor me nace una vez que veo, que descubro o mejor una vez que me muestran, que me dejan ver.
Para mi todo requiere un esfuerzo voluntario, la cabeza ve, el corazón quiere, allí va Toto.
La práctica de la humildad es para mí una obligación, un ejercicio forzado para seguir un camino que sé que está bueno, después gozo con los resultados.
Esto suena duro pero tiene la ventaja de obligarme a hacer, a implementarlo en lo cotidiano, cada día con los que me rodean buscando lograr con mi actitud la felicidad y el bienestar del otro antes que el mío propio o mejor tratando de que la felicidad del otro sea la mía propia.
Yo solo puedo sentir que estoy amando a Jesús cuando siento que estoy amando a fulano o a mengana, esa persona que el Señor me puso cerca para que yo la ayudara en lo cotidiano, en lo más concreto.
Y cuando me cuesta hago el esfuerzo, el enorme esfuerzo de bajarme de las alturas del "yomismo" para ponerme a la altura de mi comunidad.
Y es eso un esfuerzo, algo que me tengo que imponer incluso hasta dolorosamente porque la tendencia natural siempre es a ocuparme primero de mi y después... también de mi.
Abajarse dice la milonga, para ser uno de aquellos por los cuales murió Cristo
Abájese nomás no tenga miedo
que es mejor abajarse que lo abajen.
Si abajo están las ráices y no temen
y de abajo nomás las cosa nacen
abajarse pa´ mi no es flojedera
es pensar en los otros y aparearse.
Abájese nomás no tenga miedo
que si cree que la altura es cosa buena
abajo ha de encontrar lo que ninguno
halló ni habrá de hallar cuando se vuela
Si el que clavó la cruz lo hizo pa´ bajo
por la única razón de asujetarla
también miro pa´ bajo el pobre Cristo
y fue pa´ los de abajo que dio el alma.
Esta maravilla no es mía, ojala lo fuera. Es de Don José Larralde.
Les mando un gran abrazo y el desafío de seguir pensando y compartiendo.
Toto
viernes, 5 de noviembre de 2010
Detrás de la monedita
Es un hombre tan pequeño que creyó que crecería
en poder, en importancia, en respeto, en simpatía
juntando mucha riqueza, teniendo más cada día.
Pone así todo su empeño, su atención y su cuidado
en sí mismo, en sus progresos y en su imagen. Ha dejado
de ver que si uno no riega la vida se nos marchita.
Y va corre que te corre detrás de la monedita.
Está solo, obviamente. Por mañoso y desconfiado
comenzó a celar de todo aquel que tiene a su lado.
No ve que si no regamos la amistad se nos marchita
y va corre que te corre detrás de la monedita.
El tiempo es para él y perderlo es demasiado
riesgo. Bate todo record de minutos trabajados.
No ve que si uno no riega la familia se marchita
y va corre que te corre detrás de la monedita
La mujer que conquistó y amó en su tiempo pasado
Se fue y él no se dio cuenta, estaba muy ocupado.
No ve que si no se riega el amor se nos marchita.
Sigue corre que te corre detrás de la monedita.
Un día morirá solo sin que esto esté calculado
pero la muerte no entiende de acuerdos ni especulados.
Es triste pero al final el corazón se marchita
por ir corre que te corre detrás de la monedita.
Toto
en poder, en importancia, en respeto, en simpatía
juntando mucha riqueza, teniendo más cada día.
Pone así todo su empeño, su atención y su cuidado
en sí mismo, en sus progresos y en su imagen. Ha dejado
de ver que si uno no riega la vida se nos marchita.
Y va corre que te corre detrás de la monedita.
Está solo, obviamente. Por mañoso y desconfiado
comenzó a celar de todo aquel que tiene a su lado.
No ve que si no regamos la amistad se nos marchita
y va corre que te corre detrás de la monedita.
El tiempo es para él y perderlo es demasiado
riesgo. Bate todo record de minutos trabajados.
No ve que si uno no riega la familia se marchita
y va corre que te corre detrás de la monedita
La mujer que conquistó y amó en su tiempo pasado
Se fue y él no se dio cuenta, estaba muy ocupado.
No ve que si no se riega el amor se nos marchita.
Sigue corre que te corre detrás de la monedita.
Un día morirá solo sin que esto esté calculado
pero la muerte no entiende de acuerdos ni especulados.
Es triste pero al final el corazón se marchita
por ir corre que te corre detrás de la monedita.
Toto
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