martes, 17 de diciembre de 2013

¿Qué guardo en mi corazón?

Cada uno de nosotros tenemos dentro nuestro un lugar en donde guardar las cosas que son verdaderamente importantes, una especie de bolsillo secreto del alma.
Las abuelas tenían para esto una palabra bárbara que ya casi no se utiliza: la palabra atesorar, guardar como un tesoro.
Allí cada uno va poniendo, para tener para siempre, aquello que nos hace realmente felices y aquellos dolores que hacen que uno crezca.
Ese sitio no puede ser visitado por nadie, no hay forma de llegar a él, solo cada uno tiene la llave para abrirlo y cerrarlo cuando quiera.
Algunos adultos hace rato que no van a ese rincón porque no soportarían comparar lo que son allí con lo que son afuera.
¿Qué vamos a poner allí?
¿Qué vamos a guardar allí respecto de nuestro papel de adultos responsables de este momento que nos toca?
Cambiemos la pregunta: ¿qué vamos a querer encontrar allí cuando abramos esa puerta pasado el tiempo?
¿Qué vamos a encontrar allí cuando en la más sincera intimidad abramos esa puerta secreta?
¿La imagen de nosotros mismos derrotados por el odio?
¿La imagen de nosotros mismos enfermos de individualismo?
¿La imagen de nosotros mismos solos, llenos de cosas a lo mejor, llenos de plata a lo mejor,  pero solos?
¿La imagen de nosotros mismos cerrados a los otros?
No debe haber nada más triste en la vida que abrir esa puerta y encontrarnos a nosotros mismos dando lástima...
Cada paso que demos, cada decisión que tomemos, pensemos ¿qué estoy guardando en mi corazón?...


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